Tomando como presupuesto el sistema económico actual de Occidente, si la gran mayoría de la gente responde y actúa según su interés económico, los gobiernos deben procurar la existencia de incentivos pecuniarios en todas las actividades que tengan efectos necesarios para la sociedad, como son la educación, la salud, el cuidado del medioambiente, la justa retribución por el trabajo, etc., ya sea a través de organismos públicos o por medio de iniciativas particulares.
No parece sano censurar el lucro ni calificarlo de malicioso, pues responde a nuestra naturaleza. Ahora bien, cuando se le utilice (como herramienta) para la organización de la sociedad, según venimos diciendo, debe ocuparse equilibradamente, pues tampoco se trata de ver al ser humano como un ser que obra exclusivamente por estímulos monetarios.
No parece sano censurar el lucro ni calificarlo de malicioso, pues responde a nuestra naturaleza. Ahora bien, cuando se le utilice (como herramienta) para la organización de la sociedad, según venimos diciendo, debe ocuparse equilibradamente, pues tampoco se trata de ver al ser humano como un ser que obra exclusivamente por estímulos monetarios.